INSPIRACIÓN Y REALIDAD. EL PROYECTO

INSPIRACIÓN Y REALIDAD. EL PROYECTO
La historia viene de muy atrás, como las grandes historias de cada uno. Nos creemos que las historias se forjan en un momento y sin embargo son el fruto de mil momentos de inspiración, conscientes e inconscientes, que duran un segundo pero se instalan para siempre.

La sensación de sostener la vida con mis manos y sonreir mientras me pregunto qué puedo hacer con ella delata mi gran pasión por los proyectos vitales, principalmente aquéllos que contribuyen a algo que tenga que ver con las personas.

Ese revoloteo desordenado sin canalizar ha hecho que a lo largo de los años hayan ido cobrando vida los sueños y hayan irrumpido en mi presente como si siempre hubieran vivido aquí, conmigo.

Mi deseo era montar un hotel con encanto. ¿Acaso no hay lugares en los que el silencio, el olor a piedra, el eco, el agua, el frío o el sol despiertan en uno un algo que está...pero muy adentro? Me pasa en la Alhambra o en un monasterio, también en el mar. Yo quería crear uno de esos espacios en los que las personas vienen a asomarse.

En unas fantásticas vacaciones a Marruecos, decidimos casualmente pasar noche en Tetuán, casualmente también salió a mi paso una casa típica tetuaní que me pareció una maravilla absoluta. Estaba en venta. Preciosa, blanca, con su patio, su jardín, su azotea, su zaguán. Acudió a mi paso y lo desordenó todo cuando ya no la buscaba.

Al cabo de un mes volví, la vi, la paseé, me senté en cada escalón. Para mi tranquilidad me repetí una y otra vez: "¿quizás como inversión sin pensar más allá?". 6 meses más tarde y tras una larga negociación firmaba la escritura y 2 meses después dejaba mi trabajo. ¡Manos a la obra!

lunes, 13 de julio de 2009

LA VESTIMENTA DE BLANCO RIAD






....Porque a Blanco Riad hay que vestirlo...aunque con sus arcos, su hilo de agua y su luz haya suficiente...tenemos que darle colores para que haga un reclamo al jaleo que tiene ahí fuera...con los puestos de fruta, las especias, las campesinas con los faldones de rayas rojas y azules, el verde carruaje de los porticones de madera de la medina...En fin...Alguien me dijo que las mejores telas de Marruecos están en Casablanca, en un barrio que se llama Derbh Omar, y allí me fui, con mi amiga Noelia y con Alex, que vino después. Sus consejos me vinieron estupendamente, ya que Noelia por afición, y Alex por profesión ambos entienden perfectamente de colores, texturas y mezclas. 
Derbh Omar es como...un Gastón y Daniela a lo grande...son tres calles repletas de tiendas de todo tipo de telas: terciopelos, brocados, damascos, sedas...para cortinas, para tapizar, para vestidos...
Hemos comprado algunas telas, sobre todo para cojines mullidos y para algunas butaquitas de las habitaciones pequeñas. Hemos traído muestras de tela para las colchas y las cortinas. La idea sigue siendo muy "Blanca". La vestimenta va a ser muy sutil, muy sobria para así poder ser más atrevidos en los detalles y dar ese toque marroquí por el que se caracterizan cojines grandes, pasamanerías, damascos, rulos con borlones...etc. Hoy ha venido el tapicero...hemos tomado medidas...ya estamos en el camino....

No hay comentarios: