Hoy tenemos el riad lleno, un grupo de españoles que vienen de trabajo, charlamos, como siempre pregunto qué les parece Tetuán. Les encanta. La Medina, qué auténtica, qué bullicio, cuántos colores, qué texturas. Algunos han estado en Marrakech, en Tánger, en Casablanca. Pero nunca en Tetuán, ahora sí, por trabajo ¿cómo nadie nos había hablado de Tetuán?. Les contesto que yo vine aquí casualmente porque me iba a Fez pero el ferry se retrasó y acabé en Tetuán y aquí me vine para crear Blanco Riad. Lo comentamos y me doy cuenta que Tetuán apenas sale en las guías de viaje, o sí, pero como ciudad de paso, de la gente que va a hacer la ruta de ciudades imperiales, de los que van al desierto, de los que vienen en moto, de los que van en caravana, de los marroquíes que viven en el extranjero, de los franceses que van hacia Essaouira, de los que se van a Xaouen...
Tetuán tiene una medina preciosa, patrimonio de la humanidad. Es blanca con detalles verdes. Está entre el Mediterráneo y el Rif, entre la montaña Gorguiz y la montaña Dersa. Es auténtica, colorida, bulliciosa, llena de jiblias (campesinas rifeñas)de ojos grises, que visten mandiles rojos y sombreros de paja. Con su ensanche español, que es recuerdo de otros tiempos. Y sobre todo sus gentes....hospitalarias, amables, curiosas y buenas anfitrionas. Os invito a Tetuán. Luego podéis seguir hacia el sur (maravilloso, inefable) pero no dejéis de hacer una parada en Tetuán, aunque sea de paso....