INSPIRACIÓN Y REALIDAD. EL PROYECTO

INSPIRACIÓN Y REALIDAD. EL PROYECTO
La historia viene de muy atrás, como las grandes historias de cada uno. Nos creemos que las historias se forjan en un momento y sin embargo son el fruto de mil momentos de inspiración, conscientes e inconscientes, que duran un segundo pero se instalan para siempre.

La sensación de sostener la vida con mis manos y sonreir mientras me pregunto qué puedo hacer con ella delata mi gran pasión por los proyectos vitales, principalmente aquéllos que contribuyen a algo que tenga que ver con las personas.

Ese revoloteo desordenado sin canalizar ha hecho que a lo largo de los años hayan ido cobrando vida los sueños y hayan irrumpido en mi presente como si siempre hubieran vivido aquí, conmigo.

Mi deseo era montar un hotel con encanto. ¿Acaso no hay lugares en los que el silencio, el olor a piedra, el eco, el agua, el frío o el sol despiertan en uno un algo que está...pero muy adentro? Me pasa en la Alhambra o en un monasterio, también en el mar. Yo quería crear uno de esos espacios en los que las personas vienen a asomarse.

En unas fantásticas vacaciones a Marruecos, decidimos casualmente pasar noche en Tetuán, casualmente también salió a mi paso una casa típica tetuaní que me pareció una maravilla absoluta. Estaba en venta. Preciosa, blanca, con su patio, su jardín, su azotea, su zaguán. Acudió a mi paso y lo desordenó todo cuando ya no la buscaba.

Al cabo de un mes volví, la vi, la paseé, me senté en cada escalón. Para mi tranquilidad me repetí una y otra vez: "¿quizás como inversión sin pensar más allá?". 6 meses más tarde y tras una larga negociación firmaba la escritura y 2 meses después dejaba mi trabajo. ¡Manos a la obra!

lunes, 24 de noviembre de 2008

EL PERMISO DE OBRAS


Aunque en mi familia nos dediquemos a esto....yo personalmente nunca me había visto en la aventura de enfrentarme a una obra...Para mí, palabras como encofrado, enfoscado, alicatado, mallazo, silestone, pegolán, microcemento o tela asfáltica...se tenían que convertir en mi vocabulario casi habitual, tarea difícil. Acababa de empezar el primer hito para conseguir el permiso: Diseñar el plano de rehabilitación, tarea que se complica si el arquitecto es tu hermano mayor....
A un año vista de que se abriera Blanco Riad yo tenía la sensación de tener que escoger si el suelo iba a ser de mármol, madera o cartón piedra, si los baños iban a tener bañera o ducha, si la azotea iba a estar destinada a un increíble chill out o en ella iba a poner las máquinas del aire acondicionado ¡Qué presión! Por suerte me fui dando cuenta que podía decir cualquier cosa...que el papel lo aguanta casi todo...Y una vez tuvimos los planos....Empecé a sentirme como una tetuaní, ya que hice todas las colas que puede hacer un tetuaní en las distintas instituciones públicas, toda una aventura!
Hay que reconocer que el proceso podría haber sido un poco más largo, contando que me ha pillado el ramadán, las fiestas que hay después del ramadán y las vacaciones del alcalde. Y que me siento halagada porque creo que la Comisión Técnica de Urbanismo no se había reunido tantas veces en su historia...desde un punto de vista de estrategia comercial....no está mal...

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